ECLIPSE 1994 - BOLIVIA

Expedición de un par de aficionados a su primer eclipse total de sol.

Tras unos años decidiendo donde sería el lugar más fácil para observar un eclipse, Bolivia nos pareció adecuado. Siempre pillaban muy lejos y las comunicaciones y facilidades no eran como hoy en día.

Así que compramos un par de billetes de avión Madrid-Lima-La Paz y lista la expedición.

23 de octubre:

Inicio del viaje, en autobús a Madrid y de allí a Lima primeramente, en una escala un poco desorganizada, no parecía tener previsto pasajeros en tránsito, así que nos saltamos el primer control de pasaportes y a La Paz.

Aterrizaje sin problemas y en el primer taxi, al Torino, más o menos en el meollo de la ciudad, a escasos metros del Palacio Legislativo del Gobierno. Esatamos a 3700m.de altitud

24 de octubre:

Primera noche sin pegar ojo, un taladro en la cabeza no te deja en paz (el mal de altura).

Planeamos una excursión al Valle de la Luna en Mallasa. Para ello tomamos un taxi que nos saca de la ciudad. El cobrador nos mira como diciendo dónde irán estos. Paisaje espectacular.

Regreso a la ciudad y no paramos en todo el día, así que la adaptación en altura para factura y tenemos la cabeza que no podemos dormir.

25 de octubre:

Excursión por La Paz que la recorremos hasta el otro extremo, hasta el Puente de las Américas. Vemos una agencia que organiza excursión al centro del eclipse y reservamos dos plazas en Colonial Tours los días 2 y 3 de noviembre por 85 $.

26 de octubre:

Tras la visita a la terminal de autobuses el día anterior, emprendemos viaje a Potosí via Oruro. La primera parte del viaje hasta Oruro con carretera asfaltada se hace llevadero y rápido. A partir de Oruro, caminos de tierra y viaje más auténtico y lento de aventura.

Llegada a Potosí que nos da la impresión de una ciudad imperial, restos de un esplendor anterior con buenos edificios. Ciudad rica:"Potosí Visitamos la catedral, Pl.6 de agosto, Teatro Omiste y el Cerro Rico, las minas de plata del imperio.

Visita turístico a las minas: Nos ofrecen hierba de coca para pasar el trago y regalar a los mineros que pican en la mina. Armados con un simple carburo, nos adentramos en la mina, primeros metros del recorrido claustrofóbico donde perdemos a más de la mitad del grupode turistas; la atmósfera es asfixiante, oscura, el mal de altura... nos reagrupamos. Recorremos galerías, nos arrastramos por pasos estrechísimos y llegamos donde unos mineros están picando para poner un cartucho de dinamita en una veta y BOOMMMM!!!: acojonados por la explosión y el humo, estábamos escasos 20 metros. Bajamos hasta un lugar especial donde está "el Tío" (diablo), dueño de la plata y de la relación con el rabajo de los mineros que le dan alcohol, coca, cigarrillos para tenermo contento. También hacen sacriicio de llamas en la bocamina en honor de la "pachamama" (madre tierra).

Cenamos en un restaurante, con alas reservadas y lo más parecido a un nido de intrigantes. Trasladados al siglo XVI.

27 de octubre:

Tras dormir en Potosí temprano partimos hacia Uyuni a 215 km. por caminos de tierra, ondulados sube y baja. Almuerzo descano en Pacatía.

La llegada a Uyuni nos sorprende con una manifestación.

Buscamos plan para excursión a la Lagna Verde, pero no hay mucho turista y dicen que el viaje es para cuatro y somos dos. Después de alguna nogociación, decidimos que si hemos llegado hasta aquí podemos permitirnos pagarlo entre los dos y más anchos, encontramos un guía que nos acepta la propuesta y a cambio nos pide si puede llevar a la novia, ya que hay sitio. Aceptamos sin problemas, Son 220 $.

28 de octubre:

Partimos hacia el Salar, via Cochani. Pasamos por una zona de géiseres, donde el suelo hierve. Visitamos una explotación de sal, y seguimos camino hacia la isla del Pescado, donde apreciamos el espejismo como se produce en los desiertos por efecto de la diferencia de densidad del aire frío y el aire caliente en la superficie. Llamado también efecto Fata Morgana (hada Morgana) en referenca a la hermana del rey Arturo que decían era un hada cambiante.

La isla del Pescado se ve como un castillo de cuento de hadas en el horizonte. Es una isla en medio de la inmensidad del Salar como flotando en medio de una superficie acuosa.

Llegamos al poblado de San Juan, donde pasaremos la noche. Por la tarde asistimos a una representación en el pueblo de vecinos que salieron a la capital y cuentan sus andanzas.

Primera noche que hacemos fotos del cielo austral, aunque nos retiramos pronto por el frio.

29 de octubre:

Partimos del salar y entramos en una zona árida, desértica, como casi todo el altiplano. Observamos el majestuso volcan Oyagüe. Divisamos al esquivo ñandú totalmente camuflado en el terreno. Llegamos a la Laguna Cañapa y sus flamencos, vemos un par de guayatas (nos muestra el guía). Cruzamos el Paso del Inca. Recorremos pistas de tierra sin fin, totalmente desorientados. Foto de un impacto sobre la ladera de un monte. Formaciones rocosas caprichosas (como esculpidas por Dalí y llegamos a la Laguna Colorada.

30 de octubre:

A primera hora visitamos una zona de géiseres, cambiantes, cada día pueden estar en el lugar donde estamos pisando. Estamos a 5024 m. ya totalmente adaptados a la altura en una semana, adiós dolor de cabeza. Pasamos por otra laguna. Tocamos aguas termales que se agradecen porque hace un frío que pela. Llegamos a un campo minero: abra amarilla. Están jugando un partido de fútbol a 5100 m. Nosotros no correriamos ni 10 m.

Nos encontramos unos turistas que han roto el eje del Toyota y se lo sueldan.

Alcanzamos la Laguna Verde, en los límites de la frontera con Chile, a los pies del Licancabur. Pasamos a Chile a llevar a un pasajero que recogimos por el camino (de autostop), ni frontera ni nada.

Fotos al cielo esa noche.

En una casi celda, con una estufa de quemar boñigas de animales (aquí no hay árboles) casi nos asfixiamos. Frío total, dentro del saco sin movernos.

31 de octubre:

Por la mañana, el agua de la botella que dejamos en el toyota, es un bloque de hielo. Quizá hemos estado a -20ºC.

Regreso a Uyuni, pasando por el desierto de Siroli, Agua Perdiz, el Flaco. Tomamos otro camino de vuelta distinto a la ida. Pasamos por la Laguna Hedionda (realmente huele algo mal). Nos desviamos por el Valle de las Rocas, Mina Corina. Divisamos vicuñas y vuelta al Salar, espectacular. Reencuentro en mitad del salar con los turistas que soldaron el eje, que podemos echarles una mano y continúen camino, si no, no sé como habrían seguido.

1 de noviembre:

Noche en Uyuni que se agradece la cama. Lavamos la ropa que por la mañana está seca y los pantalones se han quedado como un palo de tiesos. Creo que hay menos de un 10% de humedad ambiente. El agua está racionada y es lo más preciado. Nos colamos por un museo de ferrocarril abandonado con máquinas épicas. Viaje de vuelta a Potosí.

2 de noviembre:

Potosí a Oruro. Espera en la estación de autobús a los viajeros provinientes de La Paz. Tensa espera y cuando creíamos que se habían olvidado de nosotros, aparece la guía preocupada por retrasos imprevistos. Salvados.

En el autobús, toda la gente elegante de la capital, nosotros unos zarrias, aunque nos habiamos lavado, pero la carretra nos igualará a todos, estamos acostumbrados al polvo del camino, pero ellos lo llevan mal. Viaje nocturno.

3 de noviembre:

Estamos en Huachacalla, centro logístico de las expediciones científicas profesionales. Todo un campamento montado a lo grande. Nosotros los últimos en llegar pero justo a tiempo, nos quedamos a un lado.

Comienza el eclipse a las 7h19m, total a las 8h22m y fin del eclipse a las 9h33m.

Las sensaciones del primer eclipse son inenarrables: el acercamiento de los animales al volver a anochecer, para ellos volver con la gente. el gélido viento cuando se acerca el total, y el apagarse todas las luces de repente y encenderse las estrellas. Un escalofrío de piel de gallina sensacional. Queda en la memoria.

Regreso a Oruro. Inicialmente estaba preparada una fiestadel eclipse pero el personal está roto y destrozado por el polvo, así que desisten y quieren llegar a casa ya: directos a La Paz.

Volvemos al Torino que está hasta los topes. Nos admiten por buenos clientes (ya nos conocían y no somos guiris)

4 de noviembre:

Día de descanso, también necesitamos reponernos, no hemos parado desde que llegamos. Recorrido por La Paz, mercados y demás.

5 de noviembre:

Excursión al lago Titicaca, alojandonos en Copacabana.

A la tarde subida al Calvario, que tiene las estaciones del rosario y llegamos a la cima a observar una puesta de Dol maravillosa.

6 de noviembre:

A la mañana excursión a la Islar del Sol. Subida al Templo del Inca por las Mil Gradas. Regreso en autobus a la Paz.

7 de noviembre:

Excursión a los Yungas, destino Coroico, en taxi furgoneta por la carretera de la muerte. Viaje espectacular en las vistas y con el corazón en un puño, el cruce con los camiones unos suspiros. Unos ciclistas locos también bajan por la vertiginosa carretera. Hay varios despeñamientos a lo largo del año.

Alojamiento en el hotel Sol y Luna, un remanso de paz, hippies. Estamos en el medio plano a 2000 m. de altitud.

8 de noviembre:

Excursión por los Yungas hasta una cascada. Estamos con el hematocrito a tope, porque andamos como veloces al recordar nuestros pasitos en el altiplano. Regreso a La Paz.

9 de noviembre:

Vuelta a casa via Miami. Control de tránsito sin problemas. Fin del viaje emocionante.

Bolivia Bolivia Bolivia Bolivia Bolivia Bolivia Bolivia Bolivia Bolivia Bolivia Bolivia Bolivia Bolivia Bolivia Bolivia Bolivia Bolivia Bolivia Bolivia Bolivia Bolivia Bolivia Bolivia